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Se ha realizado, el 7-8 de julio 2007, la tradicional Subida a La Concha por parte de karatekas del Gimnasio ZEN de Marbella. Para esta excursión se programaron dos itinerarios diferentes, uno por la tradicional vía de acceso por «Los Monjes» (exigente y «rompepiernas») y la otra por el «El Juanar», en teoría, menos exigente (y ya se encargaron los expedicionarios de complicarla).
La primera, guiada por el sempai Adolfo Reque, se vio rápidamente sorprendida por la cantidad de vegetación que, a menudo, dificultaba discurrir por el camino y exigía adentrarse «campo a través» para continuar adelante. La ayuda de los acompañantes fue indispensable para algún joven compañero que se vio sorprendido por la dificultad del camino. Raúl Cano, Sacha Sfez y Abel Lima, cargaron con el peso de la mochila del joven excursionista. El ascenso llevó 5-6 horas de duro trabajo para las piernas (con calambres incluidos) y con la sensación de que, además de la vegetación, también había crecido el monte. Mención especial para el más veterano de los que subieron por «Los Monjes», Manuel Lima, que derrochó esfuerzo y valentía a medida que su hijo se lanzaba corriendo para la cumbre.
La segunda expedición, liderada por el sempai J. Bautista Pavón, se propuso hacer cumbre en todas y cada una de las cimas de la Sierra Blanca (Cruz de Juanar, Cerro de Lastonar y La Concha) partiendo desde el «Refugió del Juanar». Una excursión que, aunque en apariencia más sencilla que la primera, resultó ser bastante exigente. José Mª Chacón, Miguel A. Jiménez y Órfilo Aranda acompañaron al sempai por esta ruta.
Una vez en la cima del «Cerro de Lastonar» los dos grupos, ya reunidos para pasar la noche, comentaron las incidencias y juraron no volver hacer semejante bravuconada en pleno mes de julio en Málaga.
Al amanecer siguiente, después de una noche muy serena y agradable, los karatekas realizaron el kata Heian Shodan e iniciaron el camino hacia el pico de La Concha para la entrega de los cinturones a aquellos karatekas que aprobaron sus exámenes en el presente año. El retorno por «El Juanar» se sucedió sin incidencias, salvo la promesa del compañero Órfilo Aranda de «cortarse la coleta» y jamás volver a subir a La Concha en julio y cargado con la mochila de 15 kilos. Al final de la excursión esperaban familiares y amigos para dar la enhorabuena y el obligado refresco. ¡¡¡Hasta el próximo año!!!

Adolfo Reque Rydberg

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