1. COMUNICACIÓN, AFINIDAD, REALIDAD.

Una de las sensaciones de mayor liberación que puedes experimentar es; expresar lo que siente tu corazón.

El problema es que no todo el mundo está preparado para oír tu amor. O, no te entienden o, no sabes expresarte o, no esta dirigido a la persona adecuada o, confundes amor con sexo o, con un corte de pelo que te gusta….es un problema. Nadie puede dar una receta que se adapte a cada situación, pero sí se pueden dar algunas normas para que, por lo menos, sientas que has sido honesto contigo mismo.

En cualquier relación interpersonal si no se forman estas tres condiciones, estás condenado a fracasar: COMUNICACIÓN, AFINIDAD, REALIDAD.

COMUNICACIÓN: Expresa con la mayor claridad posible lo que sientes hacia una persona. Muchas personas, debido a la falta de cultura y de experiencia o, por timidez y falta de autoestima, son incapaces de hilar coherentemente sus sentimientos. Los fallos en la comunicación son muy diversos, tantos como personas y para romper esa barrera es muy eficaz la afinidad.

AFINIDAD: Busca en el baúl de tu vida elementos comunes con la persona por la que sientes atracción y exprésalos. Las coincidencias son un campo excelente donde te puedes insinuar con alegría. No fantasees o inventes cosas ideales que no se hayan producido en tu vida, han de ser conversaciones sobre temas afines y que sean reales.

REALIDAD: El hombre tiende a fantasear –es cosa de la grandilocuente testosterona– y la mujer a querer oír “lo que quiere oír” –es cosa de la selección natural–. Todas las fantasías acabarán antes o después en un desengaño.

Todo lo expuesto anteriormente se resume en una palabra: HONESTIDAD y la honestidad es la forma noble que utiliza la CONCIENCIA para expresarse.

2. LA RECIPROCIDAD EN EL AMOR MEJORA LA SALUD Y ALARGA LA VIDA.

Esta demostrado científicamente que las personas que comparten la vida con alguien tienen; mejor salud y son más longevos.

En cabeza del ranking de longevidad en el mundo se encuentra Japón seguido de España.
¿Cuáles son las claves?

No hay que confundir amor con sexo. Cada cosa tiene su edad, pero cuanto más “dura”… mejor… Me dijo un paciente, “oiga doctor, ya no sé si soy hombre o mujer”, yo le pregunté, “porqué dice usted eso”, contestó, “cuando miro para abajo en la ducha solo veo barriga…” Mucho amor le tenía que tener su mujer…

La idiosincrasia de los japoneses pasa por un recato total hacia las relaciones sexuales con la pareja. Si preguntas a un nipón mayorcito sobre el tema, te dirá moviendo de lado a lado la cabeza gacha, “no, no, de eso no se habla”. Y eso, es así, porque el amor lo entienden como AFECTO, COMPAÑERISMO, AYUDA MUTUA, CARIÑO. Una vez tuve una amiga japonesa a la que para decirle, “que guapa eres”, había que decir, “la luna se refleja en la superficie del lago”…o, algo similar…

En fin, cada uno a su estilo y costumbre, pero lo importante es sentir esa sensación de compenetración no solo con el cuerpo sino con, con el espíritu.
Estudios recientes sobre personas de más de 100 años han demostrado, que las pequeñas situaciones de estrés que sufren las parejas en sus conflictos normales de pareja, son refuerzos que actúan sobre todo el sistema orgánico reforzándolo y alargando la vida. (Es cosa de la telomerasa almacenada en los terminales del ADN).

Una vida sin entrega y comprensión mutua, es una vida basada en la mecánica evolutiva, es decir; animalidad.

3. ¡CÓMO SABER SI HAS QUERIDO?

Dice un dicho sabio y popular, “te amo mientras dure”. ¿Es esto verdad? ¿Debe el amor perdurar en el tiempo, en una vida entera? Pues, depende del número de experiencias fuertes que quieras vivir, aunque hay miles de variantes; tu estado de madurez, el dinero de que dispongas, la familia, los hijos, las circunstancias, la fidelidad de ambos…hasta el infinito. Pero, hay una forma de saber si mientras has amado ha sido de verdad; que es realmente lo que merece la pena; que has amado de verdad.

Hay ciertos sentidos que tienen una implantación muy potente y duradera en el cerebro; son los que no se olvidan nunca. El olor es uno de ellos. Cuando se recuerda un olor, automáticamente, se asocia con una persona o circunstancia, y entonces, se proyecta o una sonrisa o una mueca de desagrado. Sabrás, en ese instante, si esa circunstancia o esa persona era grata. Se produce el mismo fenómeno con las personas; si has amado a una persona, una sonrisa silenciosa aparecerá en tu boca durante el recuerdo. La palabra que se asocia para saber si has amado se llama: AÑORANZA. Los labios son los que hablan, lo dicen todo.

4. QUIERE A TU PAREJA, A TU FAMILIA, A TUS AMIGOS Y AGRADECE SU APOYO.

Estudios recientes han encontrado que las personas muy inteligentes tienen pocos amigos y se relacionan con dificultad con las familias, sin embargo, sí respetan y ayudan a la pareja y a los amigos. Esto se debe a que, estás personas tienen su cerebro tan ocupado en temas complejos que consideran que las relaciones con los amigos o la familia es un continuo repetido, “siempre lo mismo”, una y otra vez. Sin embargo, a la pareja, sí le dan atenciones y respeto pues reconocen muy bien el valor de la compañía en reciprocidad; “yo te doy mientras me acompañas y tu me das acompañándome”, es una forma de condescendencia que cubren con prestar atención, la justa y distante, y mantener el misterio de su mente por encima.

Éstas personas se caracterizan por el AGRADECIMIENTO que muestran por amigos y familiares, pero no por el contacto con ellos. No se toman nada “por supuesto” o, como se dice de los ordenadores “por defecto”, todo tiene un sentido o una finalidad. Las relaciones sociales les aburren y las consideran una perdida de tiempo. Sin embargo, DAN LAS GRACIAS , pero con dificultad aceptaran una ayuda pues se siente autosuficientes.

Quizás será mejor no ser tan inteligente y querer “por defecto”.

5. DEMUESTRA TUS SENTIMIENTOS, SÉ VALIENTE

Primero aparecen las emociones y después los sentimientos –este es el orden correcto–. Es un signo de madurez saber si estás en la emoción o en el sentimiento.

La gente nacida entre el último cuarto del siglo pasado y el principio del actual, tienen problemas para expresar sus sentimientos. Es una de las consecuencias de la intercomunicación digital. Hablan mal y cuando lo hacen, no saben expresar bien sus sentimientos. Se insinúan torpemente porque la sensibilidad se ha desarrollado dependiendo de un teléfono móvil, de una Tablet o, de un video juego. Es un mundo virtual rampante (trepador, ambicioso, sin escrúpulos). El “cara a cara” es raro y se ha transformado en “de whatsapp a whatsapp” o, de “mensaje a mensaje”. Es curioso ver grupos de jóvenes, todos mirando un teléfono móvil, es decir; les importa poco el grupo presente, están más interesados en el ausente.
Todo lo descrito anteriormente, es semilla de un futuro poco maduro, un futuro de sentimientos filtrados y escondidos en las luces de esos “iluminados” resbaladizos inventos. Son personas que sufrirán la frustración en el futuro.

Para salir de ese alienamiento social, hay que ser muy valiente y poco perezoso, y comenzar a detectar y expresar las emociones y los sentimientos. Es aquí donde las escuelas o dojos de karate–do tienen un papel muy importante.

La práctica del karate–do se realiza en grupos ordenados por un interés común: aprender un arte marcial. Durante cada clase las emociones y los sentimientos que se producen, son una representación teatral de lo que sucede en el mundo. Guiados por un sensei cualificado, los alumnos pueden aprender durante muchos años unas normas que, basadas en valores sociales, después serán muy útiles para las relaciones interpersonales en el mundo social. Saludos con respeto, dar las gracias, el apoyo de los sempais (ayudantes del sensei), la camaradería de los rohais (compañeros), el trabajo en equipo…un micro mundo que en realidad es un semillero de conciencia.

En nuestro Dojo, al final de cada clases el maestro dice, “PREGUNTAS”, y es entonces cuando el alumno aprende a comunicar sin ayuda de la muleta que es un móvil. Se produce un “cara a cara” entre el sensei, ante la presencia de todos los demás. El alumno para hacer su pregunta debe ser valiente. Se pregunta sobre cualquier tema relacionado con lo sucedido durante la clase; técnica, sensaciones, etc… Este acto repetido durante años, crea una impronta que se manifestará cada vez que el alumno tenga que expresar sus emociones y sentimientos en el futuro. El karate–do enseña, no solamente la parte técnica sino la emocional también, siendo está última quizás la más importante pues perdura “toda la vida”.

6. RECUERDA SIEMPRE LA IMPORTANCIA DEL AMOR Y DE LA AMISTAD.

La escala del afecto humano es tan delicada y fina como la propia vida. Es importante saber en qué momento emocional te encuentras, esto no solo facilita el comportamiento, sino que es un grado de madurez muy alto.

Cuando desaparece el AMOR se llega al rellano del CARIÑO. En este estadio se mantiene el aprecio y el respeto, pero sin la exclusividad que implica el amor. Bajando hasta el siguiente rellano se llega a la AMISTAD que es lo opuesto a la hostilidad. Es un espacio de “entente cordial” en el que caben muchas otras personas y es donde se habla de cosas no transcendentales como; el tiempo, los amigos que has visto, si has ido a la feria…Si seguimos bajando el amor va menguando y se transforma en; los amigos, los saludados, los conocidos…

El amor incluye, cariño y amistad, pero no puedes sentir amistad y cariño y después amor, porque en ese caso lo que sientes es amor desde el principio. En nuestro mundo marcial se presenta constantemente el sentimientos de cariño y de amistad con los alumnos, esto no debe olvidarse nunca, pero no es amor. El amor es para el KARATE–DO.

7. MANTÉN BUENAS RELACIONES CON TU FAMILIA, SON PARTE DE TI.

Nacemos anclados en el pasado y el ancla se llama familia. El problema se presenta cuando tu quieres navegar y el ancla se aferra a un fondo de roca. ¿Cuál es la solución?… Asunto delicado.

En estos 10 artículos con 10 decálogos cada uno, estoy escribiendo sobre lo mejor que he encontrado en la vida y, consecuentemente, lo que he ido utilizando para llegar a la vejez en buen entado físico y mental. Y, lo que escribo, es con total honestidad y madurez. Esto se llama: salud mental.

La familia es como los clásicos de la literatura universal; siempre están ahí. No puedes vivir con ellos, pues tus derroteros tienen diferentes rumbos e intereses, pero, siempre están ahí. Son un punto de referencia que te valen para cotejar hasta donde has llegado, en que estado te encuentras y también para sentir de qué manera la carga genética te ha influido en la salud física y mental. La familia es un tesoro de información para la persona que está alerta.

La madre es el corazón incondicional de toda familia; emociones, trabajo, educación,…todo lo que resumimos en la palabra AMOR. Pero, ese ancla puede estar agarrada al fondo de roca y no navega, sin embargo regresamos a ese varadero de vez en cuando para, con pocas palabras y alguna mirada, que lo dice todo, cumplimos con una visita. Mostramos nuestro amor manteniendo buenas relaciones rindiéndonos al cariño maternal.

Si transpolamos el concepto de familia con el de karate–do, encontramos similitudes: la familia, es el equivalente al conjunto de los alumnos; la madre, es el maestro del que has aprendido casi todas las normas; la casa materna, es el Dojo donde entrenas. Todo acaba produciendo una sensación de AMOR que dura toda la vida.

Cuando han pasado los años y visitas la familia, sientes que vuelves al origen, es lo mismo que sienten los alumnos que vienen de visita o recuperan la practica del karate–do. Los grandes maestros son como las madres, “con una mirada saben tu desarrollo”.

Pedí una visita al maestro Zen, T. Deshimaru en el año –78 (Casablanca. Marruecos). Estaba sentado en seiza sobre un safu a metro y medio de la pared de un tatami de paja en un Dojo tradicionalmente dispuesto. Me senté en zazen, me incliné, hice el saludo, me miro desde una distancia de metro y medio; me dijo que hiciera un kyai, lo hice, y, a continuación lo hizo él. Caí de espaldas. ¡El rugido fue impresionante! Después durante media hora me enseño a ladrar desde el hara. Al acabar me dijo que practicara todos los días durante un año. Así lo hice. Un año después volví a visitarlo en (París). Hice el mismo procedimiento. Quedó satisfecho. Ni una palabra. Desde entonces practico aquel kyai que no tiene nada que ver con el que realizamos normalmente.
Sí; es un gran acontecimiento visitar al maestro de vez en cuando: Una enseñanza. Un año de practica. Aceptación. Silencio. Acaban siendo parte de ti.

8. HABLA CON LA GENTE, DA PASEOS CORDIALES, SALUDA, NO TE METAS EN TI MISMO.

En la edad madura, tendemos a reducir el campo vital y nos recluimos cada vez más y más. Actuamos como la gente con un coeficiente de inteligencia alto…, quizás sea así porque nos volvemos más sabios y las tonterías nos sobran –sabio es aquel que sabe lo mucho o poco que le queda y lo usa al máximo–.

Los mayores hablan menos y escuchan más. Se mantienen al margen sin intervenir, les molesta mucho ver comportamientos irrespetuosos, discriminan a las personas que consideran que no valen la pena, no les importa ni la moda ni la música de moda, están metidos en sus propios pensamientos. Se desilusionan fácilmente porque son mucho más maduros, pero se recuperan pronto. Perciben de manera más profunda y transcendente, la realidad que los rodea. No se involucran en discusiones, la familia es importante para ellos, pero la que ellos consideran “su familia” que son las personas con pensamientos, intereses o actitudes similares. No tiene por qué coincidir con la familia de sangre.

Todo lo que he descrito, son algunas de las características que coinciden con las personas muy inteligentes. Sera que los mayores son más inteligentes y profundos que los jóvenes. Cuando cumplas los 70 años, lo sabrás.

9. SIEMPRE ES UN BUEN MOMENTO PARA ENAMORARSE

Enamorarse de una persona moviliza las mismas hormonas que la practica del karate–do. La diferencia – y esto puede ser positivo para tu salud–, es que, el enamoramiento dura poco tiempo y el karate–do, dura toda la vida. Hay numerosos estudios en Psicología y en Inteligencia Emocional que han determinado, que la fase de enamoramiento no dura un tiempo exacto, pero se ha estimado que esta fase dura entre seis meses a un año y que, más tarde o más temprano, se termina.

Describo a continuación en ocho puntos, la correlación entre el enamoramiento hacia una persona y el “enamoramiento” hacia el karate–do:

1. Ganas de ver a una persona ……….……………………………
Ganas de ir a entrenar
2. Preocupación por sus preocupaciones…………………….
Preocupado por el desarrollo personal
3. Necesidad de tener contacto………..
Necesidad de relacionarte con gente afín
4. Echar de menos a la persona ……………….
Echar de menos el entrenamiento y el ambiente
5. Pensar en el futuro ……………………
Campeonatos, exámenes, autoconocimiento
6. Piensas en esa persona y sonríes ………………
Piensas en el karate y sonríes

7. Sientes que puedes ser tu mismo ………
Sientes que el karate y tu sois unidad

8. Te sientes feliz……………………..
Sientes que te realizas.

La gran sorpresa se produce, cuando, al pasar muchos años de practica de karate–do, acabas AMANDO a este ARTE. Este sentimiento es tan fuerte porque proviene de que conoces en profundidad las virtudes y los defectos que encierra. El amor se produce cuando tienes un conocimiento real del otro, y esto es lo que sucede con el KARATE–DO. Puede durar toda la vida.

Siempre es bueno enamorarse, pero, mejor;
Siempre es bueno enamorarse y después amar.

10. ENAMORARSE ES SALUDABLE; TE ALARGA Y TE ALEGRA LA VIDA.

Mantener una ilusión por alguien es maravilloso. El tiempo que tardamos en enamorarnos es de 50 segundos y el amor que nace después puede durar toda la vida. Durante el enamoramiento, se siente como si volaras, es una fase de alegría y felicidad, aumenta la energía acompañado de una alucinación de euforia y ser capaz de todo. Se puede perder el sueño y el apetito, y aparecen temblores generalizados, mientras el corazón late más fuerte…Si alguien se ríe, es que no se ha enamorado nunca. ¡Qué tristeza!

¡Menuda ensalada de emociones! Pues sí. Enamorarse es bueno para la salud: se movilizan hormonas como la serotonina y las endorfinas que tiene una función regeneradora.

ENAMORATE DE UN KATA Y ACABARÁS AMANDOLA, MIENTRAS; ALARGAS LA VIDA…un poco…,pero algo, seguro.