“CABEZA AGACHADA NO LA CORTA LA ESPADA” Por: Gustavo A. Reque

El que ha tenido la experiencia de luchar durante una larga vida acaba descubriendo que no tiene importancia ni el orgullo, ni el arrepentimiento, ni el error. Se acaba descubriendo que lo importante ha sido, el restablecimiento del control perdido.

Los complejos del guerrero le han hecho ser muy duro, tener declarada una guerra contra ellos mismos y contra los demás, luchar hasta conseguir su sitio bajo el sol, tomar lo suyo con fuerza. Demostrar a los demás que ellos no tienen razón y él sí.

La energía empleada por el guerrero conduce : al orgullo, la vanidad, la honra falsa, el odio, la avaricia, la generosidad prepotente, la curiosidad para utilizar sus secretos como arma para controlar a los demás…Todos estos “atributos” son complejos de inferioridad en cubierto. Enorme y larga perdida de energía. El sentimiento de culpabilidad que el falso guerrero induce en los demás es una de sus armas predilectas para controlar a los demás: “Si la culpa es tuya, harás lo que yo te diga”. ¿Cómo se defienden las personas para librarse de esta “culpa”?; pagando la culpa imaginaria con el propio trabajo, es decir: sumisión, obediencia y alienación de los pensamientos en una dirección determinada por el guerrero alfa.

El KARATE – DO , enseña que el guerrero que llevas dentro no lucha contra las fuerzas externas, lucha contra las internas, tanto físicas como psíquicas. Durante la confrontación, no le importará los errores ni se arrepentirá de nada, solo interesara el RESTABLECIMIENTO DEL CONTROL PERDIDO. Entonces se descubre el significado del dicho, “CABEZA AGACHADA NO CORTA LA ESPADA”.

¿Hará falta una vida entera llena de orgullo, arrepentimientos y errores para entenderlo?