¿AMIGOS?

Quizás sea por la edad, por la experiencia o puede que por la misantropía, pero hoy al poner el dedo en el recuadro azul de “solicitudes de amistad”, he pensado; “¿cuál es el vinculo que me une a éstas personas?, ¿una afición común, cierta asiduidad de trato o quizá una vaga complicidad? En la actualidad se denomina amigo a cualquier persona que entre en un círculo social concreto y esto da lugar a absurdas conclusiones: “tengo un millón de amigos” –suena como aquella canción de Roberto Carlos…

Hay básicamente tres clases de amistad: por la proximidad, la confianza y el afecto. Pero éstas no son más que relaciones diversas muy distintas unas de otras. Hay otros “amigos” que podemos clasificarlos como; los conocidos y los saludados. Ninguna de las clasificaciones descritas responden al verdadero sentido de amistad. La verdadera amistad surge a través de sucesivos encuentros, incluso distantes en el tiempo que hacen germinar un fuerte impulso de simpatía, de interés y de afinidad. Pero ante todo, es necesario que se cumpla la RECIPROCIDAD. ¿Se cumple este factor con los “amigos de Facebook”?

Siempre que acabo una clase lanzo a los alumnos esta verbalización: “¡PREGUNTAS!” Generalmente se produce un silencio donde la timidez, la falta de arrojo, el miedo escénico o cualquier otro elemento bloquea las cuerdas vocales de éstos. Entonces siento que como profesor he fracasado porque si un maestro tiene un objetivo este es: conseguir que el alumno pregunte algo para que de esta manera la rueda del conocimiento se mueva: “YO TE DOY, TU ME DAS Y YO TE SIGO DANDO, Y LO SEGUIRÉ HACIENDO HASTA QUE ME SUPERES”.

Hay “amigos” para los que las comunicaciones consisten en obtener provecho de ellas. La verdadera amistad sobrevive muy mal a las embestidas del egoísmo. Por eso no se puede tener un millón de amigos; solo se puede tener un millón de personas a las que comunicas algo y en reciprocidad recibes, en el mejor de los casos, un poco de confianza desde el silencio.

La verdadera amistad aspira a poder contar a alguien lo que nunca contarías a otros y que éste haga lo mismo en reciprocidad.