PRIMER ENTRENAMIENTO COMO 8º DAN.

Este entrenamiento representa el final y el principio de una vida regida por la práctica del karate-do.

El final, porque se produce con la perdida de cualidades físicas y psíquicas que han quedado en las fotos de color sepia del cajón.

El principio, porque considero que estoy comenzando “la juventud de la vejez”.

En esta nueva fase comienza la consciencia de que, la sabiduría -que es la aspiración máxima para lo que nacemos- consiste; en sacar el máximo provecho de lo mucho o poco que va quedando en el camino… la fuerza espiritual ya no es un deseo, es lo único que queda.

¿Qué queda de nosotros, humildes maestros de karate, sin los alumnos?, y ahí estáis alumnos, intentando a aprender a controlar el cuerpo, y nosotros procurando que tengáis una referencia desde nuestra experiencia de Senseis -un Sensei no es más que el que ha vivido más .

Senseis y Sempais, no olvidéis nunca recordar a los alumnos las enseñanzas del DOJO KUN; no está obsoleto, está vigente y si alguien dice que es antiguo, entonces; la dignidad, el respeto, la obediencia, el corazón, la humildad, la empatía, el cariño…etc, no tienen sentido…eso solo sucede en seres acomodados, perezosos de espíritu y pronto máquinas de quejarse por todo.

 Recordad que, “en el karate no hay dolor, hay aburrimiento”.

Nunca el viento, las nubes y el frio nos han parado en el camino, y este día de final de abril, fue así. Gracias. He visto un espíritu de entrega, amistad y alegría que brincaba de unos a otros, solo por acompañar a este añoso Sensei en uno de los días más importantes de su karate-do.

Quiero dar las gracias a la FAK y a la RFEK por concederme este 8º Dan que agradezco desde lo más profundo. Espero honrar esta distinción con los futuros actos de mi vida.

GRACIAS A TODOS.