Cuando creía que con la edad ya debería, incluso bajo recomendación médica, bajar el ritmo y dedicarme al ejercicio aeróbico suave y de mediana duración, comencé a repasar mis libros de Fisiología del Deporte y encontré aquellos entrenamientos denominados de intervalos que se pusieron de moda por los años –80. Seguí tirando del hilo en USA y encontré los estudios del Dr. Tabata.

Basándome en esos estudios científicos, llevo dos años practicando el sistema de entrenamiento que he adaptado para el karate y que he denominado: HIIT 3x3x30. Los resultados han sido magníficos: no solamente ha mejorado el aspecto físico y el rendimiento de los alumnos (ellos dan fe) sino que ha facilitado que la realización de las técnica del karate, tanto en katas como en kumite, sean mas fluidas y con menos lesiones del aparato locomotor.

Las katas que incluyen saltos, por prescripción facultativa, no se aconsejan para abuelos como yo (cuatro nietos), sin embargo, y con la humildad que requiere lo que voy a decir, lo digo: TODAVÍA HAY VIDA A PARTIR DE LOS 70.

Volar en Empi, Kankusho, Unsu, Meykio y otras tantas, es un placer inmenso poder seguir realizándolo a los 70 años de edad.

Gracias alumnos del mundo del karate–do, sin vosotros sería imposible la motivación necesaria.

UN OBJETIVO SIN UN PROGRAMA ES SOLO UN DESEO.