Los Hermanos Reque en el Karate

Entrevista por: Isidro Prat

Gustavo Adolfo Reque y Ulla Rydberg esperan al nacimiento de sus hijos. Están nerviosos, saben que será un alumbramiento gemelar. Todo ha salido bien, han sido dos varones ¿cómo les llamaremos? Fácil, el primero se llamará Gustavo y el segundo Adolfo. Los hermanos Reque Rydberg crecieron siempre juntos, estudiaron en España y en Boulder en la Universidad de Colorado, terminaron sus estudios de Medicina en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y, actualmente, los dos hermanos son magníficos médicos que ejercen la Medicina Ortopédica y Manual en Marbella.

¿Cómo ocupan su tiempo?
Trabajamos en nuestra especialidad o sea en el tratamiento conservador de la patología benigna del aparato locomotor en la que utilizamos como armas terapéuticas algunos medicamentos y las terapias manuales. Juntos, también participamos en actividades deportivas muy diversas, entre ellas destacaríamos el kárate. Somos vidas paralelas en todo, lo único que nos diferencia es que Gustavo está casado y tiene una maravillosa niña, Keila, de seis meses y Adolfo está soltero. Por cierto, Gustavo conoció a su mujer Kimberly cuando entrenaban kárate juntos en la Universidad de Colorado.

¿Qué significa el kárate para ustedes?
Estamos totalmente involucrados en ese deporte, somos Médicos de la Federación Andaluza, Directores de Arbitraje de la Delegación Malagueña, Profesores de kárate y, además, impartimos clases en el gimnasio que nuestra familia tiene en Marbella, por si fuera poco, también somos cinturón negro tercer DAN (Karate Shotokan), por la Real Federación Española de Kárate.

¿Cómo comenzó su afición?
Nos gusta hacer muchas cosas y aprender, ya sabe «El que sólo sabe de Medicina ni de Medicina sabe». Todo empezó porque tenemos un padre muy polifacético, era cinturón negro de judo, después se pasó al kárate, participaba en un gimnasio que más tarde adquirió y donde, además, daba clases. Nosotros fuimos sus primeros alumnos, empezamos a hacer deporte por higiene mental. Con ocho años obtuvimos nuestra primera licencia federativa. Empezamos como todos los niños, jugando al kárate. En Estados Unidos nos formamos con el maestro Iwakabe que, por aquel entonces, era un Delegado para EE.UU. de la Asociación Japonesa de Karate (Japan Karate Association), en Japón, el kárate forma parte del programa de estudios universitarios. Pues, en Estados Unidos participamos en muchas competiciones y ganamos también algunos trofeos como el Campeonato de Colorado en la disciplina de kata y kumite. Recuerdo que, en la final, Adolfo tuvo que reducir a un veterano maestro y competidor que estaba convencido que lo iba a avasallar, a aquel mastodonte le gané por un contundente 8/0, el combate no pasó de 35 segundos, le vencí por agilidad, velocidad y anticipación.

¿Cómo combinan el ejercicio de la Medicina con el kárate?
En Madrid, entrenábamos en un gimnasio que estaba justo enfrente del Hospital Gregorio Marañón, Nomura fue nuestro maestro, creemos que es la persona que ha ejercido mayor influencia en nuestro kárate. El kárate es una válvula de escape perfecta, después de entrenar te encuentras muy bien, nos ayudaba antes de los exámenes y después de una guardia estresante. Le dedicábamos unas cinco horas a la semana, casi siempre por la noche, comenzábamos a las ocho y media y entrenábamos hasta las diez, sin contar los fines de semana y cursos de perfeccionamiento. Enfundarse el karategi te produce un cambio de rol vital para evadirse del trabajo y para la salud mental y física.

¿Quiénes pueden practicar el kárate?
Cualquier persona puede practicar kárate. Para practicar el kárate hay que ser constante y perseverante, mi padre es sexto DAN, es un ejemplo a seguir. No sólo es una práctica deportiva, también es una ética, un ejercicio filosófico personal a través del esfuerzo, buscando la salud física y mental. En nuestro gimnasio, impartimos clase a unos 150 alumnos de entre 5 y 65 años de edad a los que inculcamos esta filosofía. El kárate, creemos, aporta al practicante una disciplina y ética personal. Para los adolescentes en particular es una importante herramienta pedagógica que pretende inculcar respeto, humildad, sacrificio y disciplina, valores que hoy en día destacan por su ausencia en algunos sectores de la sociedad actual. 

Estamos en la Federación por vocación al kárate, por amor al arbitraje y a la Medicina, tenemos un gran interés por todo lo que conlleva el deporte y la salud.

¿Cuál es el nivel del kárate en Málaga?
En Málaga tenemos vigentes campeones del mundo, de Europa y de España. Tenemos competiciones de altísimo nivel y piense que al mismo nivel están los entrenadores opinando del arbitraje. Al árbitro se le exige mucho y las decisiones suelen discutirse con los entrenadores, piense que el árbitro debe decidir muchas veces con interpretaciones subjetivas y, por tanto, discutibles, tenemos que valorar quien ha tenido más fuerza (kime) ó sensación final (zanchin).

Entrevista publicada en:
Málaga – Revista Oficial del Ilustre Colegio de Médicos de la Provincia de Málaga
Edición número 97 – Mayo/Junio 2005