Como cada verano mantengo mi afición por la navegación el submarinismo y cómo no, el karate–do.
Este año decidí por la kata Nijushiho.
Es un buen lio el que hay que organizar; barco, parte meteo, cámara, socorrista, a parte de la localización de un fondo «plano» y que no levante demasiado suspensión…cosa imposible.
Se necesita mucho lastre en la cintura, tobillos y muñecas, unos 20 kgs, es la única manera de volar en cada movimiento. Uno se siente como un buzo.
Las acciones no duran más de 30 segundos porque sino, el sofoco mantenido durante 5 minutos, produce mucha ansiedad.
La presencia de un socorrista experto (mi esposa) con regulador extra, es vital, si fallo en el alcance de mi regulador, las consecuencias pueden ser fatales pues no podría ascender con tanto lastre.
Esta actividad no debe hacerse sino eres un experto buceador y dispones de un socorrista experimetado.